Un año más nos encontramos todos juntos, escondiditos detrás del telón. Algunos, un poco más traviesos... no paran de asomarse por las cortinillas del teatro. Otros, andan con sus converse rojas haciendo estiramientos por el escenario. Los demás se preparan en los camerinos, charlan entre sandwiches de rodilla y palmeritas de azúcar. Algún grupo anda dándole las últimas indicaciones a los técnicos de sonido, y otros simplemente están escondidos en los baños haciendo honor a sus nervios. ¡Todos estamos nerviosismos! Aunque he de decir, y me incluyo, que unos los llevamos peor que otros. Un año más la experiencia ha sido memorable e increíble. Un año más, habéis hecho de los bastidores mi propia casa.
Aunque no sea una socia honoraria, y encaje más bien en "maga de pacotilla" creo que he aprendido mucho de toda vuestra magia. No sólo hacéis aparecer pañuelos, palomas, bastones y cartas, sino que además tenéis todos un gran corazón, qué digo grande... ¡es un AS DE CORAZONES! Admiro tanto el apoyo, como la complicidad y simpatía que mostráis siempre. Además de la locura y la serenidad. Creo, en pocas palabras, que es ADMIRABLE.
Un año más, habéis conseguido hacer del teatro un espectáculo de ilusión y fantasía para mí, y para todos los niños que han podido disfrutarlo tanto como yo. Gracias por la magia del corazón, por el apoyo en los camerinos, por la paciencia (que cuidadito con la niña del tesorero), y sobre todo, por la ILUSIÓN.
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