Los petalos de la margarita

- ¿A veces no tienes la sensación de que a pesar de que tienes algo muy preciado, te gustaría dejarlo ir y pasar página?

- Pues claro que me ha pasado, y nunca me ha costado dar un paso adelante. Eres muy indecisa, Ana.

- Ya lo sé, pero me gusta pensarme bien las cosas.

- Ana, tú no te piensas las cosas; lo que tú haces es analizarlo todo al milímetro, miento, le buscas a todo el lado malo para convencerte de que es mejor quedarse cómo estás a tratar de avanzar.

- Odio que tengas razón.

- ¿Qué te pasa?

- Es lo de siempre.. las dudas, los nervios, el cansancio de mi misma. Es un todo que me agobia y me produce ganas de huir.

- No puedes vivir siempre con un nudo en el estómago. A veces deberías taparte los ojos y saltar sin pensarlo; no es malo hacer las cosas sin pensarlas, y de todo pueden salir siempre dos sensaciones, ambas al cincuenta por ciento: puedes arrepentirte o sentirte orgulloso. Siempre es así. Lo que puede salir mal sale mal, pero lo que bien se hace mejor acaba. ¿Entiendes?

- Sí, lo entiendo, no soy una estúpida. Lo que ocurre es que me siento sola, como si no pudiese contar con nadie... como si los temas importantes tuviese que hablarlos contigo, con un subconsciente que ni siquiera tiene un físico. Eres un producto de mi imaginación y, normalmente, la causante de todas mis preocupaciones.

- Ana, aunque esta vez yo también estoy dudando, por todo lo que hemos vivido, te digo que deberías lanzarte y que es el momento. No tienes nada que perder y puedes confiar en la situación.

- ¿Puedo? Pero, ¿y si algo sale mal? Siempre puede haber un accidente desafortunado, y con lo patosa que soy...

- ¡Por Dios, eres una histérica! Ana, FRENA, las probabilidades de que salga mal son demasiado pocas, casi imprbables.

- ¡Cállate que no me entiendes!; ¿no lo ves?, necesito hablar con una "mejor amiga", un "mejor amigo", o alguien que no se disfrace de Pepito Grillo y me esté dando el coñazo a todas horas. De verdad que te tengo mucho cariño, pero haces que no me entienda ni yo.

- Lo que tú digas, pero si sigues huyendo jamás vas a conseguir dar un paso adelante. Deja de ser tan insegura y miedosa, camina con los ojos vendados y sin tener en cuenta las malas consecuencias que puede tener un acto. Si no lo haces vas a quedarte atascada toda la vida en un mismo punto, y dado lo que has avanzado este año, no creo que te apetezca; ¿me equivoco?

- No, no te equivocas. Me aburres y te odio por tener razón. Ahora me voy a dormir, A DORMIR... ni se te ocurra molestarme en las ocho horas de sueño y descanso que tengo al día.

- Buenas noches "niña miedos".

- Que duermas bien, "conciencia".