Ya no quiero
callarme. Ya no quiero ser sorda. Ya no quiero ser muda. Ya no quiero ocultar
mi dolor. En realidad, me revienta que
llegáis tarde a una cita. Me molesta que me dejen en ridículo delante de los
demás. Me repatea no poder llevar objetos pesados porque “soy mujer”. Me
exasperan las mentiras. Me hierve la sangre cuando siento el egoísmo. Sin
embargo, también hay cosas que me encantan. Me gusta el olor a primavera. La
sonrisa de una niña cuando la regalas su primer globo. Los niños corriendo en
un campo de fútbol con los pies negros. Me enamoré de la compasión. Aprendí a
compartir. Encontré en la comprensión el apoyo que yo era incapaz de dar. Abrí
mi corazón. Cerré las puertas del odio. Soy nueva, y estoy tranquila. Soy feliz
y estoy en paz.
Todos
experimentamos un cambio, una pequeña metamorfosis que sin prisa comienza a
definir quienes terminaremos siendo. Ahora me doy cuenta de que mis
experiencias no han sido, ni la mitad de duras, que las de las personas que he
tenido la oportunidad de conocer. Le he dado demasiada importancia a problemas
que no tenían sentido. He criticado el egocentrismo cuando yo era la primera
egocéntrica. Acusaba a las personas de apartarse de mi lado, cuando en realidad
era yo quien las apartaba. Por fin he reconocido y enmendado, aunque aún quede
mucho por hacer, todos los errores que he cometido.
Usamos los ojos
para abrirlos cuando algo nos interesa, y los cerramos cuando sentimos miedo,
cuando queremos ignorar algo que sabemos que nos hará daño. A veces pestañeamos
sin darnos cuenta porque es lo que creemos que necesitamos hacer. Deja los ojos
abiertos. No pestañees en un tiempo. Deja que te escuezan, que te
caigan lágrimas de dolor, que te tiemblen los párpados. Sufre el sufrimiento que has provocado. Prueba de tus
propias mentiras. Ataca al espejo que te atacó en su día. Mira lo que hay más
allá de tus pasos, de tus logros. Escucha las voces que silenciaste. Grita con
la desesperación de un mudo.
Empatiza con el
mundo. Estás aquí por algo. Hazlo lo mejor que puedas, pero hazlo.
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