
Navegando por la web de RIBAT
AL-ÁNDALUS me encontré con un artículo muy interesante, cuyo
encabezado decía así: "Al-Ándalus
no era una sociedad de burkas"[1], lo que llamó bastante mi atención.
La entrevista se la hacían a José Luis Serrano, un catedrático de Filosofía del
Derecho en la Universidad de Granada, que ha publicado varios libros sobre lo
que en su día fue Reino Nazarí. Ha publicado varios libros, entre ellos La Alhambra y Zawí (de Roca Editorial), donde
se trata de recuperar el legado cultural de al-Ándalus. En dicha entrevista
afirma que "no soporta la
corriente de defensores de la Reconquista que sitúa al-Ándalus en el mismo
plano que los países integristas de la actualidad". Sin embargo,
lo que me llamó la atención no fue el carácter crítico de la entrevista, sino
una de las preguntas que había en ella, y dice así: según estudios recientes, los andaluces tienen
un 2% de sangre bereber, y los gallegos un 21%. ¿La ciencia vuelve a derribar a
los nacionalismos?.
Respecto a los estudios sobre la sangre
bereber, el entrevistado afirma que hay "leyendas" sobre la
Reconquista. Según él, se dice que primero hay una invasión árabe que después
es árabe-bereber. Estos datos los obtuvo de la revista Nature, cuyos datos (si fueran
ciertos), demostrarían la tesis de Olagüe (negacionista) de que los árabes no
conquistaron España, sino que fueron los bereberes. Ambos se basan en que la
desertización del Sáhara se hizo 8.000 años, lo que demostraría que los íberos
son bereberes que se quedaron aislados en el norte del Duero. De esta forma,
los vascos y los cántabros, serían bereberes. Sin embargo, ellos no son los
únicos, hace unos años en un artículo de RADIO THWIZA,
se habló sobre un estudio que los doctores Francisco Leyva y Pablo Sánchez
Velasco, del Departamento de Inmunología de Weldecilla, que decía que los
actuales bereberes de las montañas del Atlas presentan con frecuencia de RH
negativo en su sangre del 40%, y en España los vascos mantienen un 32% de RH
negativo[2]. Es decir, que el
componente genético de los cántabros, ofrece similitud con otras poblaciones
del Norte de África. Es decir, que siempre se les ha atribuido un origen que
partía de las regiones escandinavas, del norte de Francia o de Irlanda, cuando
estos estudios han demostrado que sus genes coinciden con los norteafricanos, y
no con los antepasados de Atapuerca. Este estudio también demuestra que del Duero
hacia el sur, poseemos un 0.6% de raza negra.
A medida que avanza la entrevista, repite
de nuevo: al-Ándalus no era
una sociedad de burkas. Sin embargo, la discusión no radica en si se
llevaba o no el burka, como dice él, el problema es que se está comparando la
sociedad y la cultura árabe actuales con la andalusí, y en eso estamos
confundidos. La confusión empieza en que el burka es principalmente de origen
afgano, y que según los manuscritos que Alfonso X dejó, se demuestra como
vestía realmente la mujer andalusí. En ellos, se puede observar, que la mujer
vestía con túnicas de colores vivos ceñidas a la cintura, y las piernas
envueltas con bandas de tela. La cabeza siempre iba cubierta con un trozo de
tela o velo, lo que en ningún momento tiene porque ser un burka.
La confusión empieza en que el burka es principalmente de origen afgano, y que según los manuscritos que Alfonso X dejó, se demuestra como vestía realmente la mujer andalusí.
ResponderEliminarProfundo lo que has dicho.