Resulta que esta mañana he tenido que pedir disculpas por excederme. Disculpas porque he pedido trabajo en demasiados sitios. Disculpas porque no tengo las cosas claras. Disculpas por buscarme la vida.
No entiendo que es lo que se espera de los jóvenes de hoy en día. Nos hacen entrevistas de una hora o más, en las que te llevan al límite. Te piden que desarrolles tu creatividad, capacidades de liderazgo, hablar al menos dos idiomas y que además tengas el don de la humildad. Y, finalmente: "ya te llamaremos". Una vez dentro, reza, porque seguramente te van a hacer la vida imposible. No sólo has tenido que demostrar que tienes más capacidades que Lara Croft, sino que además ahora te toca ser "el nuevo", "la nueva", "el eterno becario o becaria", "Bambi", "pollito", "el torpe", "el que no sabe", "la que no se entera de nada", etcétera. Y, para colmo tendrás que tragar, aguantar las humillaciones y las malas respuestas, levantarte cada mañana pensando que vas al matadero a dar las gracias y a pedir perdón, como si fueses Teresa de Calcuta. De verdad, mundo: ¿qué esperas? Empresas: ¿qué cojones queréis? Todos los abanderados de la innovación, de la juventud, de la oportunidad, de la justicia... Todos hipócritas, todos malas personas y todos chismosos. No entiendo nada.
He estado un año trabajando en un colegio donde he perdido lo poco que me quedaba de dignidad y de autoestima. Me han dado un departamento para mí sola, me dijeron que tenía libertad total para aplicar la nueva didáctica, nadie me ayudó en el otro departamento en el que se daba una lengua para la que, y por mucho que dijesen que no, SÍ estaba habilitada a dar, y además una tutoría de veintisiete alumnos que eran cada uno de su padre y de su madre (les adoro, pero me han dado muchísima guerra). Me he dejado la piel, he intentado seguir la línea del colegio y no he parado de trabajar. ¿Para qué? Para nada. El último día me dijeron que estaba "sentenciada" desde el primer momento en el que entré. Imaginad la situación y mis pensamientos: "no vales para nada"; "eres un fracaso", "eres inútil", "esto no es lo tuyo", "no vales para nada"... A ello se suma una enorme sensación de desgana y de desazón Tristeza y agonía. No sabes hacia dónde ir o dónde buscar. Te has quedado solo y tienes que buscarte la vida. Eso es lo que me ha pasado a mí. De cara al futuro veo que no podré cumplir los sueños que tenía de pequeña, que no encontraré vocación y que seré una ovejita con motor más de la sociedad. Pero ahí sigues. es curioso ver cómo el ser humano, aunque esté en sus momentos de mayor desesperación, siempre intenta seguir adelante y seguir sobreviviendo. Sí que va a ser verdad que la vida es un valle de lágrimas donde se viene a sufrir, como se pensaba en la Edad Media.
Ahora mismo, estoy tan frustrada y tan jodida (hablando mal y pronto) que no me veo en ninguna profesión. Sé que tengo que trabajar, pero, ¿de qué? Estoy a muy harta de los consejitos, los contratos de mierda y la paciencia. De verdad, os digo, que os vayáis a la mierda, o por dónde sea que hayáis venido. No lo aguanto más. No puedo más. No tengo ni fe ni ganas. Necesito descansar. Y, en un tiempo y con suerte, lo mismo las cosas van a mejor.
Ahora mismo, estoy tan frustrada y tan jodida (hablando mal y pronto) que no me veo en ninguna profesión. Sé que tengo que trabajar, pero, ¿de qué? Estoy a muy harta de los consejitos, los contratos de mierda y la paciencia. De verdad, os digo, que os vayáis a la mierda, o por dónde sea que hayáis venido. No lo aguanto más. No puedo más. No tengo ni fe ni ganas. Necesito descansar. Y, en un tiempo y con suerte, lo mismo las cosas van a mejor.