Cuando me preguntan por él la conversación siempre es la misma:
- ¿Cuándo os conocístéis?
- Cuando yo tenía dieciséis años, en Australia.
- ¿Pero no decías que era italiano?
- Claro, él venía de Italia y yo de España, pero coincidimos en Cairns.
- ¿Y cómo es que se viene ahora?
- Pues porque nos llevamos bien, somos amigos y en Australia pasamos muy buenos ratos juntos. No veo porqué no puede venirse.
- ¿Enserio mantienes el contacto desde hace tantos años?
- Son solo dos años, y realmente merece la pena.
A veces es una pena que alguien con quien puedes hablar de temas que no sean estúpidos viva tan lejos. Siempre le echo de menos, a él y sobre todo a su personalidad abrumadora. Es una persona feliz, que se conforma con aquello que tiene. No es avaricioso y siempre te responde con sinceridad, que es algo que desea encontrar en las personas. Es irremediablemente sensible hacia las injusticias del mundo y por eso compartimos el mismo estilo de protesta. Buscará siempre la inteligencia en una persona, las conversaciones interesantes y la buena música. Para él la vida se resume en placeres que algunos no entienden: como una buena canción, un buen libro, una buena fumada o una tarde de manifestaciones. Es todo respeto. Me gusta recordarle, cuando no está cerca, como una persona risueña con ansia de conocer lo que le rodea, aunque sea despreocupado a la hora de vestir o de peinarse. Se bebe la vida, y eso me encanta. Hay muchas cosas que me gustan de él, y siempre hay pequeños detalles que nunca olvidaré, como: el preparar café los dos juntos, desayunar en la terraza mientras hablamos de política incansablemente o los paseos por Madrid, todo ello siempre con risas y sonrisas incapaces de cesar. Es de esas personas que me importa, y que aunque sé que viva a miles de kilómetros, siempre me acompaña. Me alegro de haberlo conocido, de enseñarle como soy. Es alguien de quien, a pesar de la edad, puedes aprender día a día. Nunca deja de enseñarte o sorprenderte. Añoro lo poético de su acento y me río cuando trato que hable en perfecto español; aunque esto también lo hace él cuando yo hablo italiano. Sonrío. Sinceramente, espero verle pronto. Sé que algún día nos iremos juntos al desierto, porque los viajes y la tranquilidad son aficiones que compartimos.
Mi llao bonita, sé que le echas de menos y si realmente tenéis que luchar juntos por algo, lo haréis. Eres capaz de todo y las dos lo sabemos.
ResponderEliminarQue sepas también que conmigo puedes hablar de absolutamente todo y que vivo muy cerca aunque ahora mismo no pueda estar contigo. Te rogaría que no te marcharas a Nepal, que te quedaras conmigo para poder verte reír cada uno de los días que estoy en Madrid, pero no quiero privarte del privilegio que vas a tener en tan solo dos semanas, ni ser yo la que te impida lograr algo tan importante y humano.
Te quiero.
S.
Sí, la verdad es que nos echamos de menos pero por lo menos sabemos que nos veremos pronto. Somos muy amigos y recordar dos años en una semana se queda un poco corto.
EliminarNo te preocupes que en cuanto vuelva de Nepal lo primero que voy a hacer es quedar contigo en el Kyoto y en el Llao-Llao para una sesión intensiva de informativos. Te voy a echar mucho de menos cuando esté por las tierras lejanas, pero es algo que tengo que hacer porque el mundo no puede seguir así.
Te quiero mucho, y suerte con tu día de hoy que sé que es muy especial.
A.