Reconozco que esto
ya lo había hecho antes una vez, pero después de cómo acabaron las cosas perdí
completamente las ganas de escribir sobre nada. Solo sentía la necesidad de
borrar recuerdos, y ahora, que he descubierto algo curioso me apetece volver a
las andadas. Lo necesito. Hay gente que se droga, yo escribo.
Suelo pasar el
tiempo sola porque no me agradan las relaciones personales y porque creo que
solo saben acabar mal. Así estoy ahora, después de todo….casi, casi recuperada,
aunque como siempre aún queda ese recuerdo que está clavado en alguna parte de
la materia gris que ocupa mi cabeza; pero bueno, algún día me daré una hostia
contra la pared y saldrá volando. Será cabrón. No volveré a confiar en nadie,
me entregue completamente y di todo, no entiendo porque me culpa. No suelo
entender nada, así soy yo, pero tú aún no me conoces.

Me he dado cuenta de
que normalmente solo pensamos en nosotros mismos, somos egoístas y
egocéntricos, pero a veces cuando levantas la vista y dejas de mirarte el
ombligo te das cuenta de que hay cosas, situaciones y personas a las que merece
la pena conocer. Eso me ha pasado hace poco, porque he descubierto un tesoro.
Lo sé, parece una locura que así de repente puedas encontrar algo que te haga
sacar una sonrisa sin motivo alguno. Yo creo que es esa aura que le persigue,
me da buenas vibraciones.
Por cierto, esto no
lo he dicho pero noto la esencia de las personas y con solo observar un poco
soy capaz de hacerlas transparentes. Lo que pasa es que este pequeño “don”
aunque suele ser eficaz con la mayor parte de las personas, falla siempre con
aquellas que merecen la pena, aquellas que tienen la mente cerrada con candado.
Entonces sé que si mi intuición fallan estoy en frente de una maravilla. Y así
es. Estoy segura de que si alguien leyese esto me acusarían por allanamiento de
mentes o algo por el estilo, pero como es un secreto nadie tiene porque saber
nada ¿verdad?
En fin, que la razón
de estar escribiendo todo esto es porque algo ha despertado en mí la curiosidad
de nuevo. Bueno no es algo, es alguien. Puedo sentirlo. ¡Joder!, perdón,
pero…es que echo tanto de menos esto, escribir y desahogarme con mi reflejo al
que tengo tantas cosas que contar; es increíble volver a sentir ese cosquilleo
al machacar las teclas mientras tomas té y piensas en que lo mejor del día ha
sido descubrir aquello que te ha hecho renacer. Me pregunto…porqué mi vida de
repente se ha vuelto de colores, ¿qué puede ser? ¿Qué tendrá?... no lo sé, pero
espero escribir muchas páginas sobre Él.
Los invisibles se revelan ante los ojos de un semejante cuando una jauría de personas vacías nublan la vista de este, el que realmente intenta observar lo que rodea su mundo.
ResponderEliminarDSG
Espero que hayas disfrutado de la entrada. Al final todos somos invisibles a los ojos de aquellos a quienes no importamos. Sin embargo, siempre hay otros que son capaces de hacernos brillar.
ResponderEliminarAPS.