"Después de la breve comida hemos cogido el 'tuk-tuk' (autobús nepalí) que nos llevaba a la zona más cercana del colegio. Las calles estaban repletas de humareda, polvo, barro, mujeres de mil colores, hombres descalzos y familias subidas en motocicletas que esquivaban todo tipo de perros, monos y autobuses que parecían explotar con la de gente que llevaban dentro.
Conseguimos bajarnos y evitar que nos atropellaran. Llegar hasta allí ya era una aventura. Una vez estuvimos listas echamos a andar por un pequeño caminito que llevaba hasta un campo de fútbol. No era verde, ni con porterías pintadas de rojo y blanco, como aquí, sino que era un montón de arena con dos palos mal colocados que simulaban ser porterías. Y allí estaba, justo en frente, el colegio.
Entramos, nos presentaron a las que serían nuestras alumnas durante las próximas tres semanas. 'Namaste', gritaban al unisono, 'hello!' respondíamos de modo occidental. Con las tikas puestas, las presentaciones realizadas y el material escolar preparado, estábamos listas para comenzar la clase.
La primera impresión fue estupenda. Nunca me había sentido tan bien. No era el hecho de estar haciendo un proyecto como voluntaria a mil kilómetros de casa. Era la sonrisa, la mirada, la infancia viva en las caras de aquellas niñas. Morenas, de pelo largo y negro como el carbón, y pulseras de mil colores. Creí reconocerme en ellas.Vivarachas y dicharacheras. La viva imagen de mi yo más profundo.
Sin embargo, lo que más me impresionó fue una niña asustada, sentada en la última fila. Tenía la mirada triste, no sonreía y no llevaba pulseras de mil colores. Su tika no brillaba, su pelo no absorbía la luz, tornándose aún más negro. Estaba escondida, callada, intimidada por el alboroto de las demás compañeras. Incapaz de hablar, de quererse o de admirarse. Podía ver la presión en su rostro, junto con la preocupación y la fugaz pérdida de inocencia. Entonces supe, que las almas gemelas esperan muy lejos al momento justo de la llegada de la otra alma. Y cuando se encuentran, se fusionan. Se vuelven inseparables. Pueden incluso, llegar a ser invencibles".
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