Estamos girando siempre en el mismo círculo
de sorpresas, de incongruencias. Mientras la música suena, el café te abrasa
los nervios y aporreas las teclas del teclado, piensas. A medida que avanza la
noche, la mañana de otros, te das cuenta de la hipocresía que reina en este
mundo, y entras en desesperación.
Te das cuenta de que envidias la inocencia de
los niños, mientras que luchas cada día por ascender mas, mientras compites sin
ánimo de sobrevivir, solo por alcanzar la cima inalcanzable. Eres como una
máquina programada, que corre de un lado a otro sin pararse a pensar en que o
quienes la rodean. Buscas un mismo objetivo, junto a todos los demás, en una
masa heterogénea pero sin unir. Una masa dentro del mismo molde, pero
totalmente dividida.
¿Qué cambian, las personas, las metas, la
forma de alcanzarlas? Nada, el caso es eliminar todos los obstáculos que sea
posible, y si hay humillación, mejor. ¿Eres así de ruin o tienes miedo?, y si
es así, ¿a qué temes? Deberías estar agradecido de poder acurrucarte entre
potencias, no? Deberías de estar agradecido por tener los mismos derechos que
deberían tener aquellos a quienes oprimes, aquellos a quienes se los niegas
cada día, porque se cruzan en tu camino e impiden que llegues más alto, no
porque se lo merezcan. Nadie merece tu desprecio, y si hay alguien que sea
digno de él, eres tú mismo. Pero, ¿dónde está lo más alto?, ¿dónde está el
triunfo que anheláis?, ¿No es un tanto utópica la cúspide de una pirámide
imaginaria a la que nunca llegaréis a ascender? Tú, junto a todos ellos, has
olvidado el concepto de humanidad, o, ¿es que nunca lo has aprendido? Eres como
un avión de papel, recorriendo el mundo de una ventana a otra, surcando sobre
letras mojadas, insignificantes e invisibles.
¿Porque
enjuicias a quienes te rodean, es que estás frustrado?, ¿Cuándo decidiste empezar
a buscar una perfección quimérica, que es ingenuamente irreal, a la vez que
dañina y superficial? ¿Eres quien eres o te controlan? ¿Cómo sabes que no eres
un producto más, parte de un círculo vicioso que nace y muere, que se muerde su
cola como si de un uróboro se tratase? ¿Caminas siguiendo la guía de tus
propios pasos, o pautas invisibles marcan tu itinerario?
Sal de la masa, libérate y saluda al destino
con la mejor de tus sonrisas. La soledad del pensamiento te ayudará a asentar
la mente. Deja sitio en tu vereda para aquellos que quieran dejar una huella,
una marca o una firma, dignas de ser recordadas. Sé un ángel que deje
esperanza, una sutura incapaz de cicatrizar, una herida que no termine de
curarse. Pero nunca te abandones a ti mismo, ni otorgues tus pensamientos e
ideas a otros que puedan convertirlas en marionetas de mentes blancas, inválidas,
muertas.
Serás tú contra el mundo, cuando el poder del
intelecto te haga invencible.
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