martes, 30 de octubre de 2012

Bailando sobre el pentagrama


Estamos girando siempre en el mismo círculo de sorpresas, de incongruencias. Mientras la música suena, el café te abrasa los nervios y aporreas las teclas del teclado, piensas. A medida que avanza la noche, la mañana de otros, te das cuenta de la hipocresía que reina en este mundo, y entras en desesperación.

Te das cuenta de que envidias la inocencia de los niños, mientras que luchas cada día por ascender mas, mientras compites sin ánimo de sobrevivir, solo por alcanzar la cima inalcanzable. Eres como una máquina programada, que corre de un lado a otro sin pararse a pensar en que o quienes la rodean. Buscas un mismo objetivo, junto a todos los demás, en una masa heterogénea pero sin unir. Una masa dentro del mismo molde, pero totalmente dividida.

¿Qué cambian, las personas, las metas, la forma de alcanzarlas? Nada, el caso es eliminar todos los obstáculos que sea posible, y si hay humillación, mejor. ¿Eres así de ruin o tienes miedo?, y si es así, ¿a qué temes? Deberías estar agradecido de poder acurrucarte entre potencias, no? Deberías de estar agradecido por tener los mismos derechos que deberían tener aquellos a quienes oprimes, aquellos a quienes se los niegas cada día, porque se cruzan en tu camino e impiden que llegues más alto, no porque se lo merezcan. Nadie merece tu desprecio, y si hay alguien que sea digno de él, eres tú mismo. Pero, ¿dónde está lo más alto?, ¿dónde está el triunfo que anheláis?, ¿No es un tanto utópica la cúspide de una pirámide imaginaria a la que nunca llegaréis a ascender? Tú, junto a todos ellos, has olvidado el concepto de humanidad, o, ¿es que nunca lo has aprendido? Eres como un avión de papel, recorriendo el mundo de una ventana a otra, surcando sobre letras mojadas, insignificantes e invisibles.

 ¿Porque enjuicias a quienes te rodean, es que estás frustrado?, ¿Cuándo decidiste empezar a buscar una perfección quimérica, que es ingenuamente irreal, a la vez que dañina y superficial? ¿Eres quien eres o te controlan? ¿Cómo sabes que no eres un producto más, parte de un círculo vicioso que nace y muere, que se muerde su cola como si de un uróboro se tratase? ¿Caminas siguiendo la guía de tus propios pasos, o pautas invisibles marcan tu itinerario?

Sal de la masa, libérate y saluda al destino con la mejor de tus sonrisas. La soledad del pensamiento te ayudará a asentar la mente. Deja sitio en tu vereda para aquellos que quieran dejar una huella, una marca o una firma, dignas de ser recordadas. Sé un ángel que deje esperanza, una sutura incapaz de cicatrizar, una herida que no termine de curarse. Pero nunca te abandones a ti mismo, ni otorgues tus pensamientos e ideas a otros que puedan convertirlas en marionetas de mentes blancas, inválidas, muertas.
Serás tú contra el mundo, cuando el poder del intelecto te haga invencible.

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