El pasado 20 de diciembre de este austero 2012, jóvenes estudiantes y representantes de movimientos como ¡DEMOCRACIA REAL YA!, JUVENTUD SIN FUTURO y ATTAC MADRID, se reunían junto a
Federico Mayor Zaragoza exdirector de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y exprofesor de bioquímica en la Universidad de Granada, entre otros participantes, para abordar el tema que ataca de lleno sin escrúpulos la educación pública española: la Ley Wert, o como algunos prefieren denominarla, la "Ley de la vergüenza".

Bien, centrándome más en el tema que ocupa
este artículo, hablaré de la Ley Wert de la manera más cercana posible, ya que
es algo que nos afecta a todos, no solo en el ámbito de la enseñanza educativa,
que por supuesto se encuentra la primera en el ranking de afectados, sino que
también atenta contra todos los avances que la pedagogía y el trabajo social
han ido forjando con su esfuerzo y sudor durante todos estos años. Podemos decir
que es una ley que en ningún caso es beneficiosa, ni para el propio sistema de
enseñanza ni mucho menos para la sociedad, ya que un plan que destruye por
completo la diversificación y la cooperación entre niñas y niños, ya desde el
colegio, para después crear adolescentes de secundaria reprimidos y oprimidos
por un sistema que les obligará a elegir su futuro cuando no tienen la mayoría
de edad ni en madurez, ni por supuesto en edad, ¿o es que podemos obligar a una
alumna o alumno a elegir si quiere encaminar su futuro a la FORMACIÓN
PROFESIONAL o al BACHILLERATO cuando se encuentra cursando tercero de la ESO?
En definitiva, no. No es beneficioso, es insultante, y lo peor de todo es que se
encuentra escusado por un conjunto de estadísticas, que afirman que España es
uno de los países con mayor analfabetismo de Europa, y si se apuran, del mundo.
En cambio, a un Ministro de Educación que busca una educación donde asignaturas
como Educación a la Ciudadanía o Filosofía (asignaturas que ayudan a la
socialización y al desarrollo de alumnas y alumnos, profesores y profesoras),
sean eliminadas y puestas en ridículo frente a la Economía o la Religión, no le
conviene presentar este Estado, “supuestamente democrático” (donde el pueblo
debería decidir por algún tipo de sufragio popular, y por lo que le concierne,
la aprobación de esta ley), como uno de los más diversificados y equitativos
del mundo, tanto en sociedad como en educación.
Este anteproyecto de ley, además de despreciar el
campo de las Humanidades y la Pedagogía, entre otros, busca una enseñanza
totalmente económica y mercantil, en la que en lugar de formar alumnas y
alumnos que puedan convivir en una sociedad diversa y libre de ideas y
pensamiento, aprendan a enfrentarse en una sociedad consumista y de mercado,
dominada por los precios y la competencia entre personas y empresas, que en
lugar de crecer en valores y en ética, crezcan solamente de manera económica. Porque
como ha afirmado el propio Ministro: “queremos crear una educación que el día
de mañana cree trabajadores”. Pero no nos engañemos, ni el Gobierno del PP ni
José Ignacio Wert buscan trabajadores (solo hay que ver como destruyen poco a
poco el Estado de Bienestar), sino que quieren formar máquinas, explotadas bajo
un sistema capitalista y neoliberal que los oprima y silencie, ya que el único
fin no serían ellos mismos, sino las acciones, las compras y las ventas, el
PIB, la Bolsa, los bancos, y toda la lista de entidades económicas y
financieras que nos estafan día a día.
Por otro lado, también tenemos que tener en
cuenta la posición que ocupa el profesorado dentro de este proyecto, ya que ellas
y ellos tampoco se ven en absoluto beneficiados por el proyecto que busca
desarrollarse. Si las predicciones llegan a cumplirse, las profesoras y
profesores, encargados de la base de la formación de la sociedad, comenzarían a
entenderse como simples instrumentos al servicio de estructuras piramidales y
arcaicas, dominadas por aquellos que ni buscan ni tienen ningún tipo de interés
o experiencia en el contexto educativo, y que además serían elegidos por
instituciones o elementos superiores, convirtiéndolos en víctimas de un sistema
de enchufes que tendría el poder de juzgarlos y controlarnos, evitando
cualquier amago de libertad a la hora de educar. Eso, sin tener en cuenta que
además se verían obligados a instruir a los escolarizados a través de pruebas
competitivas, que tendrían como principal interés la preparación de los mismos
para la vida en una sociedad forjada en base a un sistema agresivo e
igualitario en materia de fortaleza, no de derechos. Es decir, la formación de
un sistema elitista y clasista donde los más fuertes, o los más económicamente
pudientes tendrían la mejor escolarización y por lo tanto el mejor trabajo en
un futuro, y los más débiles, aquellos
con dificultades que necesitan de la orientación y psicología escolar (campos
que también serían recortados) para desarrollarse, quedarían en la parte baja
de la pirámide, humillados y sin acceso al mismo abanico de oportunidades que
los pudientes.
Queremos, la sociedad, los estudiantes y los
profesores, una educación PÚBLICA y de CALIDAD, donde se incentive la
diversificación y el desarrollo, la mezcla tanto de culturas, ideas y
religiones, desarrolladas en una sociedad libre donde aprendamos a querernos y
respetarnos, en lugar de pisotearnos y competir entre nosotros por llegar a lo
más alto. Por esto decimos que NO a la LEY WERT: porque no queremos educarnos
para una sociedad que no nos gusta, que no forma seres libres, responsables y
únicos, ricos en personalidad y valores, sino que crea modelos de personas
consumistas, vacías, preparadas para el enfrentamiento entre los mismos y el
alcance de estatus económicos.
La EDUCACIÓN tiene que ser LIBRE y TRANSPARENTE, con PROFESORES que eduquen y no que adiestren, y tenga la oportunidad de desarrollarse en una SOCIEDAD COOPERATIVISTA, UNIDA y DIVERSA.
Secundo totalmente tus palabras, la educación es una de las cosas más importantes de la vida y efectivamente debe ser libre con igualdad de oportunidades para todas las personas.
ResponderEliminarUn saludo y mucho éxito!!
Oliver
Muchas gracias, Oliver. Me alegra que te haya gustado y que compartas mi opinión. Pero sobre todo me alegra que siga habiendo personas que le dan importancia a lo que es realmente necesario en la vida.
ResponderEliminarUn saludo y muchísimas gracias.
Ana.